Ya que hemos comenzado hablando de géneros, podría decir también que 'Solaris' contiene algunas pinceladas de novela gótica: tenebrosidad, atmósfera opresiva, destino funesto, fantasía y falacia patética en su descripción del océano, la luz y los colores, siempre en relación con lo que sucede a los personajes. La narración, en primera persona, sumerge al lector desde el primer capítulo; somos viajeros recién llegados a la estación de Solaris, un lugar ignoto que se adueñará de nosotros.
Por otro lado, Solaris es un ensayo-ficción repartido en diversos textos de ciencia imaginaria que el narrador, Kelvin, va leyendo e interpretando, así como la explicación (sin menoscabar el pensamiento autónomo del lector) de cada nuevo descubrimiento acerca de lo que podemos llamar el 'problema Solaris'. Lem recrea desde la ficción, no exenta de ironía, una suerte de estado de la cuestión general de la historia de la ciencia, desde los optimistas comienzos hasta la super-especialización, para dejarnos finalmente en la estupefacción y la duda.
Solaris es la pregunta. Sobre nosotros, los límites de la ciencia y el conocimiento, pero también sobre el amor y sobre la vida. ¿Alberga vida Solaris? ¿es el océano un ser inteligente? Y si no se parece en nada a nuestras clasificaciones, ¿qué debemos entender por vida o inteligencia? Los 'solaristas' son tanto astrónomos como físicos, químicos, psicólogos, filósofos, matemáticos y hasta artistas: cada una de estas parcelas del conocimiento ha intentado cavar sus propios túneles para llegar a la comprensión. Inane trabajo, pues lo que vemos en el océano depende de nosotros, hasta el punto de que construye realidades en base a un reflejo de nuestra psique.
Lem se resiste a adoptar una postura idealista, manteniéndose en la crítica y en el interrogante epistemológico, lo que considero un gran acierto. la entidad alienígena es aquí un auténtico ''otro'', con unas categorías incomprensibles para nosotros; eso no lo hace menos real ni tangible, pues de hecho puede analizarse su estructura físico-química, su materialidad desde el enfoque científico. A su vez, eso puede interactuar con nosotros, aunque no puede comprendernos ni podemos atribuirle valores humanos. Con todo, el océano de Solaris es la mejor hipótesis de vida extraterrestre que puedo concebir, creada desde la ficción con valentía narrativa y humilde conclusión. Hablo de humildad, porque en Solaris el hombre es un pequeño ser en el margen del universo, y allá arriba, en las estrellas, en algún lugar, los modelos, principios y valores humanos pueden volverse absurdos e inservibles para intentar resolver los interrogantes.
''Recorrí el índice, casi una lista necrológica, pues solo unos pocos de los autores citados vivían aún (...) Leyendo todos aquellos nombres, sumando tantos esfuerzos intelectuales, en todos los campos, uno no podía dejar de pensar que entre esos miles de hipótesis, una al menos tenía que ser justa, y que en todas ellas había sin duda un grano de verdad; la realidad no podía ser enteramente distinta.''
El mismo interés suscita la novela de amor y fantasmas, que nos cautiva desde el principio, porque 'Solaris' es, quizá sobre todo, una triste historia de amor, con un abordaje original del duelo que mueve a la reflexión. Es mucho lo que encierran las palabras que Harey le lanza a Kelvin en una de sus apariciones: '¿Me parezco mucho a ella?' La humanidad de Kelvin, sus anhelos materializados en lo desconocido, sus patéticos momentos que vuelven una y otra vez. Porque el miedo, el amor y la desesperación pueden ser ridículos, y explicarse como torpes movimientos de un conglomerado químico, pero... ¿Qué podemos hacer?
''Podrías vengarte azotando al océano con una vara''.
Totalmente de acuerdo con tu opinión de que la buena -la verdadera- ciencia ficción está emparentada con la filosofía: las grandes obras como "2001..." o "Blade runner" plantean precisamente una cuestión filosófica central, hacia la que todo lo demás fluye como en un remolino. Otra cosa son los tebeos, y de esos hay muchos.
ResponderEliminarNo hace muchos años que leí esta obra, y recuerdo sobre todo la cuestión central, que yo creo recordar como una especie de frustración por no poder llegar a un contacto profundo con esa "inteligencia alienígena", por llamar de algún modo a ese misterioso océano. Luego está el asunto de los dobles y toda la parafernalia que nos demuestra que en esa entidad tiene vida de algún tipo, que puede llegar incluso a interaccionar sin que sepamos realmente cómo ni por qué, y en definitiva la idea de que tal vez, si nos encontramos otras vidas por ahí, sean tan diferentes a nosotros que no serviría de nada encontrarlas porque posiblemente ni siquiera llegaríamos a comunicarnos con ellas.
Es una conclusión bastante desesperanzada, pero posible. Todo es posible.
Saludos mil
Pues tienes razón, más que la buena, yo también diría que toda 'verdadera' ciencia-ficción ofrece algún planteamiento filosófico.
EliminarLa entidad alienígena de 'Solaris' es la mejor hipótesis (desde la literatura) que he leído sobre cómo podría existir un tipo de inteligencia de verdad distinta a la nuestra. En otros casos, suele humanizarse la inteligencia alienígena, lo que me parece una perspectiva muy antropocéntrica, y quizá ingenua. Ahí tenemos, por ejemplo, el mensaje gráfico de Carl Sagan que la sonda Pioneer 10 lanzó al espacio con un optimismo desmesurado, pensando que alguna inteligencia alienígena podría descifrar ese código y comunicarse así con nosotros.
Saludos.
Yo soy lector de ciencia ficción y no creo que solo las obras con fondo filosófico sean interesantes. Las hay que investigan las posibilidades que ofrece el futuro, ambientes utópicos o alternativos que me resultan muy sugerentes. Yo empecé leyendo Diarios y viajes estelares de Lem y Ciberiada, donde conjuga humor, ciencia y filosofía. Cuando llegué a Solaris me quedé descolocado pues la historia difería mucho de las anteriores. El ambiente opresivo y denso, la historia en sí, me e pareció muy pesimista. Quizás tendría que releerla hoy. Y a Lem en general, es uno de los grandes del género.
ResponderEliminarBueno, pero ya eso que dices implica algún tipo de reflexión filosófica, Chafardero. La filosofía no solo es lo que se ocupa de la interpretación de la realidad y de las grandes preguntas; también preguntas más concretas acerca de nuestra relación con la tecnología y las posibilidades de la ciencia en el futuro. Las utopías y distopías son también otro ejemplo.
EliminarAparte de Solaris, no he leído más de Lem, pero algún día le hincaré el diente a otras obras suyas. Y si tienen también humor, como dices, mejor que mejor.
No he leído mucha ciencia ficción, pero me gusta. De hecho, alguno de mis libros favoritos es una obra de ciencia ficción. A Lem no lo he leído, pero me resulta muy familiar porque dede pequeña he visto sus libros en casa, como los de tantos y tantos otros autores, ya que mi padre y mi hermano eran y siguen siendo grandes lectores del género.
ResponderEliminarQuizá sea hora de dedicale tiempo a Solaris. Ya sabes la capacidad de motivación que tienen sobre mí tus entradas :)
Yo diría lo mismo que tú. El autor del género que más he leído es Asimov pero, más allá de él, libros contados.
EliminarTe agradezco mucho eso que dices, Ángeles, y me alegro de que te haya motivado a leerlo :)